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domingo, 6 de noviembre de 2011

LA PESCA MENTAL

Por cuestiones laborales a partir de marzo de 2011 me mudé a la Cd. de México, muy contentos por la chamba, ya que es muy escasa, muy bonito y seguro el lugar donde ahora vivimos, alejado de la delincuencia que ha estado rondando en mi Monterrey querido, pero sol un detalle, pequeño detalle.... no hay donde pescar cerca de aquí.

Como pescador de hueso colorado, decidí no dejar de pescar, aún y cuando no vaya al agua, ni utilice caña y carrete para hacerlo, decidí pescar mentalmente. Suena raro, pero créanme que es muy divertido, instruccional y útil.

Empecé recordando golonas, cuando las saqué, donde, como y con qué y me dí cuenta de infindad de errores infantiles que he comentido en mis salidas de pesca, tanto recreativas, como torneos.

El saber por que no las encontré, por que se me escaparon, por que se empaló esa lobina y por que me falló la lancha las veces que me falló estaba todo ahi, metido en mi mente, pero guardado en un lugar en donde era totalmente inútil tener esa información.

Me enteré que el 90% de las situaciones desfavorables las generé yo mismo, en mi desesperación dejé de arreglar detalles que sabía que podían dar problemas a la lancha, pero era más importante irme temprano a pescar.

En casi cada ocasión sabía en donde buscar las lobinas, pero en ocasiones me aferré a lugares estúpidos y perdí el tiempo, en otras ocasiones corrió el rumor de que estaban a cierta profundidad y en cierto tipo de estructura y estupidizado por la emoción fuí a lugares con esas condiciones a perder mi tiempo.

Dudé en ocasiones de dar el hookset pensando ¿es o no es? error!, cuando yo mismo digo que al sentir algo diferente en tu línea debes clavar el anzuelo.

Pensar el por que me aferré a un punto que había probado cuando la presa bajó de nivel, o bien cuando había entrado un frente frio fué otra idiotez común.

Esto me lleva a comprobar (no a creer), sino a comprobar, que la pesca es un alto procentaje de conocimiento, un cierto porcentaje de habilidad y un gran porcentaje de tener el estado mental correcto y estar concentrado en lo que hacemos toooodo el tiempo.

Este fin de semana pasado volé a Monterrey para ir al cuchillo de mis amores y nos tocó un día difícil, pero estábamos con una idea fija y encontramos a las lobinas, golonas y de talla cuando los demás batallaron mucho para encontrarlas, esto se debió, creo yo a estar concentrado en la idea que llevas o que cambias cuando ves que la presa cambió.

El no pescar, este tiempo que me empezó a desesperar, se ha convertido en algo enriquecedor para mi, tengo tiempo de pensar que hacer, cada mañana veo el clima y digo.. ahorita iría a x lugar en el cuchillo, a x lugar en el azúcar, a x lugar a la boca, etc.

Debemos aprovechar nuestro tiempo en donde no pescamos para analizar lo que hemos hecho y el resultado obtenido en cada salida, así como el prepararnos para tener la concentración adecuada para ir a pescar con una idea propia, pero esta debe tener una base, no nadamás el aferrarte a una idea por que sí.

Con el conocimiento, la reflexión, la práctica y la concentración adecuadas, muy seguramente nuestros resultados mejorarán.

Esto es la pesca mental.

Gustavo Leal

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